En el marco de la muestra “Rizósfera Viviente: descubriendo el microcosmos de las raíces”, organizada por el Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables (MN-SAP) y el Museo Nacional de Historia Natural, se realizó un taller educativo dirigido a niños de enseñanza básica, en el Salón Central del Museo Nacional de Historia Natural.

La actividad estuvo a cargo del Dr. Carlos Figueroa, Director del Doctorado en Ciencias mención Biología Vegetal y Biotecnología U Talca, en conjunto con Maybeling Junco, estudiante del programa y Myriam Valenzuela, asistente de Investigación. Todos miembros del MN-SAP, proyecto integrado por la U. Andrés Bello, P. U. Católica de Chile, U. Adolfo Ibáñez y la U. de Talca.

“La muestra reflejó de excelente manera la unión entre ciencia y arte, invitaba didácticamente al público a sumergirse en el mundo de la rizósfera, el ecosistema formado por las raíces, microorganismos, biomoléculas y minerales, escondido a los ojos de las personas, pero de una importancia incalculable para la vida en el planeta”, detalló el Dr. Carlos Figueroa, Director del programa DBVB.

En este contexto, se desarrolló el taller educativo que se centró en la importancia de los nutrientes minerales para el crecimiento y desarrollo de las plantas y las asociaciones simbióticas con microorganismos presentes en el suelo. Durante la sesión, los asistentes tuvieron la oportunidad de participar en una actividad didáctica diseñada para profundizar su comprensión sobre los efectos de la deficiencia de nutrientes en las plantas. A través de un juego interactivo, identificaron los síntomas asociados con la carencia de nutrientes esenciales en las raíces, hojas y frutos. Además, se realizó una experiencia práctica en la que los asistentes pudieron observar muestras de hongos y bacterias bajo el microscopio.

Asistieron estudiantes de enseñanza básica, jóvenes estudiantes de pregrado nacionales e internacionales y adultos mayores.

“El taller fue una experiencia verdaderamente enriquecedora y gratificante tanto para los participantes como para nosotros, los facilitadores. En primer lugar, la dinámica del taller resultó sumamente entretenida, con actividades interactivas y material visualmente atractivo que capturó la atención de todos los presentes. En segundo lugar, la didáctica empleada fue excepcional, logrando transmitir conocimientos de manera clara y accesible para personas de todas las edades y niveles de comprensión. Y en tercer lugar, el taller resultó profundamente enriquecedor, pues despertó la curiosidad y el interés de los asistentes en diferentes etapas de sus vidas y niveles educativos, desde niños en edad escolar hasta adultos mayores. La diversidad de participantes enriqueció la experiencia, permitiendo un intercambio de ideas y perspectivas único”, agregó Maybeling Junco, estudiante del Doctorado.

La actividad proporcionó a los asistentes una comprensión más profunda de la importancia de los nutrientes para el crecimiento y desarrollo saludable de las plantas, así como de las complejas interacciones que ocurren en el ecosistema del suelo.