Para la bióloga Rasme Hereme Ruedlinger de la Universidad de Talca, viajar dos veces al Continente Blanco resultó una experiencia inolvidable, que nos corrobora la premura para tomar acciones por el Cambio Climático:

“LA ANTÁRTICA SIGUE SIENDO UN LUGAR MUY VULNERABLE AL INGRESO DE NUEVAS ESPECIES INVASORAS”. 

No todos los expertos en genética vegetal han tenido la fortuna de trabajar en el Continente Antártico. Por eso, para Rasme Hereme Ruedlinger, licenciada y bióloga ambiental de la Universidad Austral de Valdivia y Magíster en Ecología Aplicada de la Universidad de Talca, ahora concluyendo el Doctorado en Ciencias mención Biología Vegetal y Biotecnología de esta misma casa de estudios superiores, asistir a estudiar en terreno la memoria epigenética de la planta “Clavelito Antártico” (Colobanthus quitensis), ha sido todo un privilegio que ella ha logrado incorporar con particular fortuna.

Diario Maule Hoy la entrevistó en uno de los laboratorios del Instituto de Ciencias Biológicas de la Utalca, donde pudimos conocer al clavelito antártico que ha sido uno de sus temas más recurrentes.

¿Cuál fue tu primera impresión cuando tuviste la posibilidad de viajar a la Antártica?

Es un sueño llegar a un ecosistema tan particular como es la Antártica. Me ha tocado ir dos veces y la última vez fue gracias al proyecto de apoyo de tesis de posgrado del Instituto Antártico Chileno (INACH), que es, quien me financia la investigación doctoral.

¿En qué consiste la tesis y qué logros has obtenido con ella?

“Yo estudio el rol de la epigenética en el Clavelito Antártico, especie que se distribuye entre México y la Antártica. Su temperatura óptima es 17 grados, y aún es un misterio, cómo puede sobrevivir en ambientes fríos tan extremos. Hemos evaluado el rol de los hongos endófitos que le ayudan a sobrevivir a estos distintos tipos de estrés. Cabe señalar que en la Antártica no sólo existe estrés por las bajas temperaturas, sino que también, por alta radiación solar y la salinidad. Entonces hay varios factores que afectan la sobrevivencia de estas plantas, pero, así y todo, logran sobrevivir”.

¿Cuando has viajado por el continente blanco, tú ves el deterioro que ha provocado el Cambio Climático en la Antártica? 

“No, porque, yo voy hasta un punto donde hay poca actividad antrópica. A las zonas donde he viajado se les denomina “Zonas Antárticas especialmente protegidas (ZAEP / SPA, en inglés )”. Es decir, son zonas exclusivas donde no se puede transitar por mucho tiempo. Uno tiene que solicitar un permiso especial para llegar, poder bajar y colectar muestras. Al bajar a una isla hay restricciones y son acotados los permisos. Uno no puede armar campamento como si se permite en otros lugares.  En ese sentido, se cuida bastante el lugar. Por la experiencia de otros investigadores que han estado mucho más tiempo en la Antártica, me han comentado, por ejemplo, que han notado aumentos de temperatura y que incluso se han bañado sin problemas en las aguas frías de la Antártica”.

¿Existe evidencia científica sobre el descongelando de la Antártica?

La evidencia demuestra claramente que hay un retroceso de los hielos, sumado también al efecto antrópico de la actividad humana. Por eso, es indiscutible que sí está siendo afectada por el aumento de las temperaturas y por el aumento de las personas que la visitan, situación que se debe controlarse en el corto y largo plazo. Una de las consecuencias de los efectos antrópicos es el aumento de nuevas especies invasoras, como el pasto denominado poa  annua, del que antes no se tenía registro. Su población va en aumento.

¿Hay otros científicos que efectúan investigación en la Antártica?

Si, existen muchos grupos que realizan estudios en el continente blanco. Hay muchas mujeres que efectúan interesantes investigaciones. De hecho, me gustaría recalcar que, cuando me adjudiqué el proyecto INACH, los estudiantes de posgrados eran únicamente mujeres, por lo tanto eso es super importante para, de algún modo, disminuir la brecha de género en la investigación científica. Las expediciones científicas Antárticas comienzan desde noviembre y terminan a finales de febrero y marzo, y depende del lugar, puedes estar una temporada completa en las bases o ir a lugares puntuales como es mi caso.

¿Algún recuerdo imborrable que tengas tú de estas dos travesías?

Aunque puede ser un poco monocromático, el paisaje antártico con blanco y azul es acogedor y el silencio genera una experiencia es super abrumadora. La inmensidad, el silencio y la belleza de todo el ambiente, en su conjunto. Es muy bonito. Tuve la ocasión de observar pingüinos, a los cuales seguíamos por sus caminos porque se nos hace más fácil transitar ya que existe mucha nieve. También tuvimos la ocasión de observar ballenas y focas. Realmente es una experiencia muy hermosa. Me siento muy afortunada de haber podido conocer ese lugar.

¿Cuál es tu mirada científica respecto a conservar, preservar y cuidar este lugar que se supone es uno de los grandes reservorios de agua dulce?

La Antártica es un ecosistema muy importante porque también regula el clima. Se considera que es un laboratorio a escala natural y uno de los ecosistemas que están siendo más afectados por el cambio climático. Los polos particularmente. Entonces, se requiere urgentemente proteger estos lugares. De hecho, ya existen registros que se han encontrado microplásticos en el agua y contaminantes orgánicos, que antes uno pensaría que por estar tan lejos, no podrían llegar a estas zonas. Sin embargo, sí están llegando, por lo tanto, se necesita controlar el ingreso antártico y también en general, tener políticas de protección ambiental. La forma de proteger la Antártica realizar investigación y generar conocimiento, ya que para proteger los ecosistemas y su biodiversidad, primero tenemos que conocerlo. Debemos generar investigación desde las distintas disciplinas y también desde la interdisciplina para así originar políticas de protección, y éstas, traspasarlas a la comunidad. Es muy importante que la comunidad y los tomadores de decisiones conozca porqué es importante proteger y conservar la Antártica.  Es fundamental que la información que se genera no sólo quede en el mundo científico o político, sino también en la ciudadanía. Recalco que, es uno de los ecosistemas que está siendo más afectados por el cambio climático, entonces, si no lo protegemos ahora, va a ser muy tarde más adelante.

¿Qué viene para ti ahora y en qué pasos estás profesionalmente?

Estoy finalizando mi tesis, que es sobre la epigenética en plantas antárticas. La epigenética, es el estudio de la regulación de la expresión de genes, pero que no afecta su secuencia, y se estudia en todo ámbito de cosas, por ejemplo, cómo influye en la prevalencia de un cáncer y en las enfermedades humanas en general. En especies de plantas también, por ejemplo, puede haber clones que tienen la misma genética, pero al ser cultivadas en distintos ambientes presentan diferencias. Y esas diferencias están dadas por estos mecanismos epigenéticos. Mi modelo de estudio es el clavelito antártico, con el cual se han simulado experimentos con diferentes temperaturas (que es lo que se proyecta con el cambio climático) y pierden su capacidad de responder a un evento puntual de bajas temperaturas. El cambio climático es también un aumento de eventos puntuales tanto de altas como de bajas temperaturas. En la Antártica está aumentando la temperatura y se hipotetiza que, este aumento va a promover el crecimiento poblacional de las plantas, porque se va a acercar más a su óptimo de crecimiento, pero también se ha visto que, si hay una baja repentina de temperatura, se van a ver más afectadas que las plantas que nunca fueron mantenidas en mayor temperatura. Nosotros nos hemos concentrado en descubrir la base molecular de esa respuesta y nuestros resultados preliminares indican que existen diferencias en las plantas.

¿Se van a publicar estos resultados?

Por supuesto, pero también es importante transmitirlo en charlas y divulgaciones a la comunidad. Es importante que las Ciencias salgan de las Universidades, y ojalá toda esta información, la compartamos también en establecimientos educacionales. Así inspiramos a niños, niñas y jóvenes para dedicarse a las Ciencias.

¿Dónde te pueden ubicar los interesados en invitarte a una charla o en conocer tu trabajo?

Tengo twitter que no es muy científico, porque comparto de todo. Además, estoy en Instagram y mi correo institucional es: rhereme@utalca.cl

Fuente: Diario Maule Hoy https://online.fliphtml5.com/tgvnp/euko/ – Periodista Pablo González.